¿Qué es Nido? ¿Por qué Nido?
Bienvenidos de nuevo a ConteNIDO; ¡El mejor lugar para aprender sobre VC, startups y América Latina! Esta semana profundizamos en qué es Nido y, lo que es más importante, por qué existe Nido.
La versión en inglés de este ensayo se puede encontrar aquí.
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Aquí encontrarás artículos de opinión, ensayos sobre Nido y perfiles de emprendedores. Nuestra misión es compartir nuestra visión del mundo del VC y el papel que queremos desempeñar en él.
-José Luis
Es fácil, estando dentro, olvidar que el resto del mundo está fuera. Quizá hasta sea inevitable. En cualquier ámbito—en cualquier trabajo—te rodeas sin duda de tantos modismos y te expones, a diario, a un lenguaje privado. Asumes, erradamente, que todos entienden lo que haces pues toda la gente a tu alrededor lo hace sin problema. Después de todo, trabajan contigo o andan por los mismos círculos. A mí me ha pasado un par de veces con Nido; más de un par con mis padres. Inicio una conversación de lo que hace el fondo—de las empresas que recién he entrevistado—solo para recordar que el VC es una bestia moderna que requiere de traducción.
Lo que pasa después, sin embargo, es lo que tiene valor y de lo que hoy quiero escribir. Decía San Agustín que la paradoja del tiempo es el que todos sabemos lo que es hasta que se nos pide definirlo. Lo mismo pasa con hablar de nuestros oficios ensimismados. Por un segundo, debes pausar para explicar, realmente, lo que haces; para cuestionar la realidad que se te ha hecho cotidiana. Un momento sutil de crisis. Y de ahí el retorno al principio; a las bases que forman la pirámide desde dónde trabajas. Cautivos de las complejidades a los que se enfrenta un fondo día a día, es fácil olvidar los valores de cualquier realidad. Pero es crucial hacerlo. Entender si, en un año, han cambiado las cosas lo suficiente o si, al final de todo, sigue siendo el mismo proyecto.
Creo que basta con dar un ejemplo cotidiano aquí en Nido. Si alguna vez han escrito a alguna persona del fondo sabrán que cerramos nuestros correos con un afectuoso. «Desde el Nido,» seguido por nuestros nombres (igual que hacemos en estos ensayos). Pero de tanto usarlo—de tanto poner nuestro nombre en correos—, se nos hace una realidad latente que, ignoramos, no todos viven. Así que hoy, pausamos para preguntarnos lo que siempre nos preguntan. Es momento de definir cuál es el Nido del que les hablamos y este es mi intento, escueto (desde la oficina de redacción), de hacerlo.
Lo intuitivo es pensar en la categoría a la que pertenece Nido: la de Venture Capital. Fácilmente, con ella, podríamos decir que Nido es un fondo de inversión en capital semilla. Es decir, que compra un porcentaje de las acciones de empresas recién iniciadas y, además, las asesoramos en todo lo que puedan necesitar. Al hacerlo, habremos explicado, con éxito, lo que hace cualquier fondo, pero no habremos descifrado lo que hace que Nido sea Nido. Porque, al pensar en el fondo, no pensamos solamente en VC. Hay algo más que vale la pena agregar.
De cierta forma, esto va de la mano con otra pregunta que, para emprendedores o inversionistas, será útil tener respuesta. No solo hablar de «¿qué es Nido?» sino, también, «¿por qué Nido?». ¿Por qué escoger a este fondo y qué lo diferencia de los demás? Ahí es donde yace la cuestión.
Nuevamente podríamos enfocarnos en algo concreto como son las tesis de inversión y, en esta ocasión, creo que tiene mucho valor hacerlo. Tanto que, en otros tres ensayos, las detallamos para cualquiera que esté interesado en ellas. Supongo que, en realidad, esa es la diferencia más clara con otros fondos: el ver los temas en que invertimos. Así, podemos agregar a esa definición de VC, que Nido invierte en compañías transnacionales, que ayuden a habilitar el sector Fintech o sean B2Bs o Vertical SaaS. Los tres pilares que, en términos de capital, nos distinguen por sobre los demás.
Pero me rehúso a creer que es solo eso lo que hace que Nido sea Nido. Para aquel pobre espectador que nos pidió definir el fondo, temo, hay una pausa más. Pues existe algo más importante y, quizá, más profundo. Un tema cultural que vale la pena destacar.
Creo, sinceramente, no hay mejor manera de entender a Nido que viendo su nombre. Ya de ahí emana la esencia del fondo. Cuando pensamos en un nido, la mente a directo a una madre pájaro cuidando de sus crías. Por supuesto, es una metáfora intencional para un VC. Queremos criar a la siguiente generación de empresas desde el cascarón hasta sus primeros aleteos. Eso es evidente de cualquier promoción que hagamos del fondo.
Pero hay algo aún más profundo del nombre a destacar. No sé si fue intencional y, quizá, hoy día lo agrego a una decisión pasajera de nombre. Pasa, sin embargo, que el Nido es un objeto de doble significancia. Por un lado, es una obra de ingeniería diseñada para durar y proteger, contra la crueldad de la intemperie, lo más frágil que ofrece la naturaleza: un huevo recién gestado. Hay algo de ello, muy arraigado, en el ADN de Nido; en nuestro enfoque en tecnología y en brindar, a todo fundador, el apoyo cuantitativo que necesite para crecer. Por otro lado, la imagen del nido es la del afecto; la de una madre, humanamente, cuidando a sus crías. Somos, a la vez, un fondo cuantitativo y cualitativo. Un lugar que puede albergar conversaciones serias del futuro de inteligencia artificial y, al mismo tiempo, ensayos sobre la naturaleza del VC con metáforas a más no poder. Donde me permiten escribir estos ensayos para el que más necesite entender el mundo moderno de capital sin abandonar, a la vez, el rigor tecnológico necesario para llevarlo a su siguiente etapa.
Entonces, ¿Qué es Nido? Un fondo de inversión, sí. Uno que se enfoca en tres pilares, también. Sobre todo, un lugar que valora, a la vez, lo riguroso con lo esotérico; lo mecánico con lo emotivo. Y, al hacerlo, redefine las prácticas de una industria. Es la creencia, radical, que se puede hacer más de una cosa a la vez y que la madre pájaro, al crear su nido, quiere que sus pajarillos tengan la seguridad que viene con una estructura bien armada y el afecto de su calor al momento de nacer.