Una breve reflexión sobre el A.I.
¡Bienvenidos de vuelta al ConteNIDO; el mejor lugar para aprender de VC, startups y América Latina!
Aquí encontrarás piezas de opinión, ensayos sobre NIDO y perfiles de emprendedores. Nuestra misión es compartir nuestra visión para el mundo del VC y el papel que queremos jugar en él.
Esta semana compartimos una opinión breve sobre la inteligencia artificial, cómo la usamos en Nido y las peleas que hemos tenido sobre el tema.
La versión en inglés de este ensayo se encuentra aquí.
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-Ana Caro & José Luis
Ya sabemos lo que piensan; nosotros lo pensamos igual: «¿Es neta? ¿Otro ensayo sobre la inteligencia artificial?; seguro al ConteNIDO se le acabaron las ideas…». Lo primero—la pregunta capciosa—está cargada la verdad. A pesar de haber tantos ensayos sobre el tema, quisimos escribir uno más. No nos parece tan descabellado. Como con todo lo novedoso y complejo, queda tanto por decir que, aún con otro millar de ensayos, estaríamos a penas en la cúspide de entender el problema. Lo segundo, sin embargo, es un grave error; el pensar que escribimos por falta de ideas. Nosotros quisimos dedicar esta semana a la inteligencia artificial, aun teniendo una montaña de temas pendientes. Nos parecía algo verdaderamente necesario y que, aunque no lo parezca, refleja los valores de Nido. Pues, dentro del fondo, hemos tenido una batalla que refleja, a grandes rasgos, la enorme tensión sobre el tema: entre lo que puede hacerse con esta herramienta y lo que debería hacerse.
Lo primero, por supuesto, es lo evidente. Debemos reconocer que la inteligencia artificial es, realmente, el mayor descubrimiento de nuestros tiempos. Como lo habrá sido el internet para la generación pasada, el radio para la anterior y la imprenta para unas muchas atrás, llegó para cambiar lo cotidiano. Al alcance de nuestras manos se encuentra, no solo el conocimiento entero de nuestra especie, sino también la capacidad de usar ese conocimiento para crear nuevas herramientas. Un asistente digital; un cerebro en internet. Piénsenlo con la metáfora que más cómodos los ponga. Con una simple interfaz de dialogo, podemos hablar con una computadora y hacerle preguntas complejas a las cuales nos dará respuesta de inmediato. Y, de así quererlo, podemos usar su misma capacidad de procesamiento para escribir por nosotros; hacer actividades que antes considerábamos tediosas. Un cambio, inmenso, en el mundo laboral.
Antes de dar más opiniones es importante enfatizar que cuando hablamos de Inteligencia Artificial estamos hablando de un concepto que engloba diferentes tecnologías, muchas de las cuales han existido mucho antes de que existiera ChatGPT. Por ejemplo, el Aprendizaje Automático (Machine Learning) es una subárea de la Inteligencia Artificial que permite a las máquinas mejorar a partir de datos mientras que el Procesamiento de Lenguaje Natural (Natural language processing) es un subcampo que se centra en la interacción entre máquinas y lenguaje humano. Ambas tecnologías han sido utilizadas durante años. La diferencia grande con la Inteligencia Artificial Generativa es que finalmente existe la capacidad de crear ConteNido original ;)
Nosotros, en estos meses, nos hemos metido de lleno al mundo del AI como herramienta. En Nido, se ha vuelto parte de nuestro día a día. Para no meternos, a detalle, en otras partes del fondo, enfoquémonos en el ConteNIDO, donde también lo usamos bastante. ChatGPT es nuestro asistente ideal, sugiriendo ideas para ensayos y editando nuestra redacción—el editor primerizo que añora toda publicación—. Muchas veces lo usamos para crear las publicaciones que acompañan estos textos en redes sociales y, más de una vez, nos ha sugerido títulos para acompañarlos. Pero no todo es ChatGPT; el AI es mucho más que escritura. Por ejemplo, todas y cada una de imágenes que usemos en el ConteNIDO fueron creadas por DALLE-2, otro software de inteligencia artificial. Inclusive usamos un AI distinto para hacer la música introductoria de nuestro podcast. Somos, con orgullo, una publicación que aprovecha la cúspide de la tecnología
Pero hoy no queremos enfocarnos, solamente, en las maneras en que usamos inteligencia artificial—aunque esperamos que, con ello, ayudemos a quitar un poco del miedo que existe a su alrededor—. El tema que realmente nos concierne es el debate interno que el AI han generado en Nido; sobre todo en el ConteNIDO. Porque en dichas discusiones está lo que nos parece es la doctrina crucial para usar, responsablemente, la tecnología y, a su vez, una parte del genoma mismo de Nido.
Quizá era predecible, pero, mucho del debate ha sido justamente por cuestiones de escritura. Como escritor in residence, era de esperarse que José Luis fuera el más reticente a estas cosas—ya muchos han comentado, con mucha razón, que le gusta escribir como si fuera del siglo pasado—. En principio, se negaba a usar AI en forma alguna para la escritura. Mientras que Caro, con su perfil técnico, insistía siempre en su uso. Desde hacer esquemas para ensayos hasta usarlo para hacer análisis del portafolio, automatizar reportes y entender tendencias del mercado.
Cuando hablamos, por primera vez del tema, hubo una frase que surgió, inmediatamente. Es un mantra popular en Silicon Valley—pero, sobre todo, en los círculos académicos de Berkeley y Stanford que siempre analizan la innovación que los rodea—. «Nos preguntamos tanto si podíamos hacerlo que nunca nos cuestionábamos si deberíamos hacerlo». Esa, en gran medida, era la tensión que tuvimos. Es cierto, el AI podría escribir gran parte de estos ensayos y dejar a José Luis sin trabajo. Pero ¿deberíamos hacerlo? Hasta qué grado es razonable usar tecnología en algo tan humano como lo es la redacción.
Existe también, en este tema, una división igual de grande sobre lo que somos en Nido. Nos gusta decir que somos, a la vez, un fondo enfocado en tecnología y un fondo con un lado humano (quizá humanista sería mejor manera de decirlo). En ello viene, en igual cantidad, el entusiasmo de usar los desarrollos más recientes en el mundo digital y, a la par, escribir ensayos con corazón para compartirle a todo el mundo su importancia.
Nido es un fondo que invierte en compañías técnicas pero que también opera como una compañía técnica. Hoy en día estamos utilizando Langchain para crear un asistente que nos ayude a ser más eficientes, para operar con una filosofía impulsada por datos y así crear una manera diferente de invertir y operar.
Lo más intuitivo sería ver estas ideas como completamente opuestas. La tecnología es enemiga de lo humano; el AI es la antítesis de la escritura.
Pero nosotros, en Nido, creemos que puede haber una resolución entre estas partes. La tecnología puede usarse, con respeto, para hacer más humano lo humano. Si nos preguntamos no solo si podemos, sino también si debemos, podemos llegar a un mundo mucho más sensato. El AI, a medida que pueda ayudarnos a enfocarnos en aquellas actividades verdaderamente humanas, tiene un valor inmenso.
Regresemos, por ello, al ConteNIDO como nuestro ejemplo. Tenemos claro, como publicación, que hay algo especial de leer estas ideas como ideas de un ser humano. Toda la escritura tiene mucho valor al venir de otra persona. Además, en este espacio, queremos que sepan NUESTRAS opiniones sobre el VC, no las de ChatGPT.
Sin embargo, hay muchas tareas nimias que toman, al escritor todo el tiempo que pudo haber dedicado a la parte esencial de su trabajo: escribir ensayos. En lugar de preocuparnos por títulos o publicaciones en redes sociales, podemos usar nuestro tiempo para darles más y mejores escritos.
Esa es nuestra regla: el AI tiene que ser apoyar, no reemplazar. La tecnología en la que creemos apoya a nuestra especie, transforma industrias de antaño y les quita ineficiencias perpetuas.
Pero, sobre todo, nos recuerda que somos un fondo tecnológico, pero también humano. Un lugar donde nos maravillamos de todo lo que puede hacer nuestra especie, pero también, contemplamos si deberíamos hacerlo; nunca con el miedo de frenar, pero siempre con el entusiasmo de saber el mejor lugar para que el desarrollo genuinamente nos apoye.
Desde el Nido,
Ana Caro y Jose Luis