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Para iniciar el nuevo año, les traemos el perfil de Alohome, una empresa que busca cambiar el mundo de bienes y raíces con herramientas de punta. Sin mencionar que ahora han implementado, por primera vez en LatAm, inteligencia artificial para lograr que todos tengan no solo una casa, sino también un hogar.
Aquí encontrarás piezas de opinión, ensayos sobre NIDO y perfiles de emprendedores. Nuestra misión es compartir nuestra visión para el mundo del VC y el papel que queremos jugar en él.
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-José Luis
No hay motivo por el cual debería sernos difícil imaginar. Menos aún con un sueño compartido en todos los países como el de tener, finalmente, una casa para hacer un hogar. Sin embargo, para tantos, ese sueño se encuentra con los obstáculos de la realidad. Hasta que llega Alohome para devolver su lado intuitivo al acto de imaginar.
Pensemos, para ello, en un terreno baldío en cualquier rincón de cualquier ciudad. Usemos ese mismo acto radical de imaginar. Un desarrollador, al encontrarlo, inicia a proyectar un edificio moderno de apartamentos con toda amenidad. Hace, de inmediato, un par de planos iniciales y diseña, a la vez, la propuesta de apartamentos a vender. Para lograr su visión tiene que conseguir compradores suficientes para levantar los recursos que le darán capital. Para ello, a su vez, necesita vendedores, maquetas y tantos artefactos como fuera necesario para convencer al cliente de su visión. Un esfuerzo sobrehumano para que ese terreno se transforme en algo mejor.
Suena poético, claro; nada mejor que crear hogares de tierras abandonadas. Pero en ese acto de imaginación existe un margen amplio para el error. Puede que los modelos iniciales no sean atractivos o los precios queden lejos de lo que el cliente promedio esté buscando. Las páginas web pueden ser arcaicas y las promesas puedan poco para convencer a otros. Esto, a su vez, ignorando que los vendedores pueden sufrir de ineficiencias al lidiar con tablas de Excel sin actualizar o verse abrumados por decenas de departamentos los cuales controlar. Con tantos espacios para errar, todos terminan perdiendo. Nadie puede culpar al comprador desilusionado que se queda sin concretar el sueño de un hogar. Al llevarse su compra, deja desilusionados a los vendedores y, a su vez, se frustra la imaginación del desarrollador. Una cadena de sueños quebrantados por ineficiencias bien conocidas.
Este fue el problema que encontraron Eduardo y Mike por caminos distintos. Eduardo creció en México y, desde temprano en su vida laboral, lo atrajo el mundo de bienes y raíces. Estudió un posgrado en finanzas y urbanismo para luego trabajar en un fondo dedicado al desarrollo de viviendas. Ahí comenzó a percatarse de las enormes ineficiencias en el sector. A pesar de los millones que gastaban en crear edificios, no tenían las herramientas para dar seguimiento en tiempo real, siquiera, a los apartamentos que se habían vendido ni para pronosticar cuántos necesitarían vender.
Al mismo tiempo que Eduardo se topaba con estas realidades, Mike trataba de innovar en el mundo de bienes y raíces. Nacido en Estados Unidos, formado como arquitecto, llegó a América Latina trabajando con una ONG. Pero, una vez en la región, decidió emprender. La idea era crear una startup dedicada a comprar hoteles poco atendidos en la Ciudad de México y renovarlos para atraer más clientes o convertirlos en espacios de trabajo colectivo (los famosos co-living). En medio de su emprender, encontró el perfil de Eduardo en LinkedIn y decidió escribirle para contarle del proyecto. Un café esporádico se hizo en amistad. Eduardo se volvió inversionista en la empresa de Mike y consejero cercano en lo que sería el principio de varios proyectos más.
Aquella empresa de Mike, eventualmente, colapsaría como es el destino de tantas startups. Pero ese era solo el comienzo. Ahora, la idea de emprender le vino a Eduardo. Con la frustración acumulada de sus años en el sector de bienes y raíces, decide tomar cartas en el asunto, enfocándose en un solo segmento que, hasta entonces, había quedado en el abandono. Se trataba, justamente, de la vivienda primaria: aquellos terrenos que están por transformarse en viviendas, pero necesitan inversión para lograrlo. Esos espacios de sueños que encuentran dificultades para hacerse realidad.
El problema era tan grande que, de inmediato, hicieron una página web prometiendo incrementar las ventas para el sector con herramientas digitales. Las herramientas, entonces, no existían; eran un sueño más. Pero fue tal el apoyo que no hubo más que construirlas. De diez contactos a los que enviaron esa página rudimentaria, 5 los contrataron prometiendo que, a cambio, les entregarían un porcentaje de las ventas realizadas por los desarrollos inmobiliarios. Era tal el problema que. Sin una solución formulada, ya existía interés abrumador. Fue así que se creó Alohome. Con deseos de cambio, ganas de ejercerlo y un WordPress que prometía hacer realidad la imaginación.
Eventualmente, la promesa se materializó en cuatro servicios que agilizan, de inmediato, todo el proceso de ventas para un desarrollador inmobiliario. Si el imaginar se da con la mente, Alohome se vuelve en las manos que llevan la proyección al mundo concreto. Cada cliente de Alohome recibe, primero, un centro de control dónde se canalizan todos los precios de apartamentos disponibles para todos los vendedores y, en lugar de depender de exceles desactualizados, pueden tener información fidedigna al instante. Segundo, entendiendo que las nuevas generaciones interactúan, sobre todo, con el mundo digital, crean una página web del proyecto con toda la información necesaria para el comprador. Tercero, anudado a lo anterior, crean una maqueta digital para que los interesados puedan visualizar, concretamente, el que sería su hogar. Y cuarto, para cerrar, buscando apoyar a los vendedores, crearon una herramienta de cotización que reduce significativamente el proceso necesario para enviar a un cliente el precio para su nuevo hogar.
Pero lo más importante, en fechas recientes, ha sido una quinta herramienta que agregó Alohome a sus servicios. No solo digitalizan el proceso, sino que, también, con inteligencia artificial, traen mayor certeza a las ventas. Al hacer una inversión tan grande, lo mínimo que espera el cliente es una respuesta pronta y acertada. Pero, con tantos clientes potenciales, visitas al sitio y otros pendientes, el vendedor no se da abasto. Así que Alohome creó la primera inteligencia artificial para el mundo de bienes raíces latinoamericano. Se trata de un chatbot inteligente que, cuando llega el primer contacto, responde en nombre de la empresa y es capaz de brindar al comprador toda la información necesaria para tener certeza que su futuro hogar está en las mejores manos.
Los caminos de Eduardo y Mike se encontraron para que un sector de antaño entrara a la modernidad. Con la variedad de productos con los que cuenta Alohome, han sido capaces de mejorar las ventas para vivienda primaria y dar certeza a un proceso plagado de incertidumbres. ¿Y los números? Esas cinco empresas iniciales hoy son ya más de 50 en México, Colombia y Brasil, todas atestiguando el éxito de la startup.
Si vuelves a pasar, en algún andar por alguna ciudad, junto a un terreno baldío, ahora puedes pararte un segundo para imaginar. Pues ese espacio desocupado, muy pronto, podría albergar tu nuevo hogar, sin vacilaciones ni impedimentos todo con las herramientas de confianza que crea Alohome.
Desde el Nido,